domingo, 9 de marzo de 2014

De la razón al sentimiento

Tercer periodo cuarta semana.
Antes de dar inicio a esta semana de trabajo, tan importante en el curso que estamos viendo de la literatura española, quiero dar gracias por la paciencia que han tenido los estudiantes, a la espera de mi publicación, que como ya saben, obedeció al fallecimiento de mi amada nieta Valeria.
la semana que pasó, se estuvo trabajando la continuación de la época en la que España estaba sumergida en el siglo XVIII con el resto de países europeos, inmersos en las ideas ilustradas; de estas condiciones sociales, políticas y económicas surgen pensadores españoles de la talla de Jovellanos, que abre el abanico de la educación para todos y lo proyecta en términos de producción, como ya lo vimos en el ensayo de Olegario Negrín Fajardo, y de otro lado como pensador ilustrado al fraile Feijoo, quien de manera valiente y a pesar de su investidura toma posición frente al papel de la mujer en la educación; curioso es ver como un representante de la iglesia se debate entre la sotana y la justicia, en un medio donde la religión parece controlar todo e imbricada en un machismo a ultranza. Para completar el pensamiento de la ilustración con una obra literaria representativa de la época, leímos a Leandro Fernández de Moratín en su magistral obra, “el sí de las niñas” y de otro lado como contraste la obra del Francés Moliere “El Avaro”.
Bueno jóvenes, ahora, cuando se cumple la cuarta semana vamos con los siguientes compromisos:
Inicialmente abordaremos el romanticismo en España dentro del marco histórico y cultural, luego validaremos el conocimiento de la ilustración, los autores reseñados, la obra literaria leída en clase y la comprobación de lectura de los capítulos del libro “las mejores aventuras de Quijote” hasta el LII. finalmente para completar el marco literario correspondiente al romanticismo leeremos el texto “Gnomo” del escritor Gustavo Adolfo Bécquer y haremos un taller sobre la película “Don Juan tenorio” del escritor José Zorrilla.
Romanticismo


El siglo XIX es la continuación de una época de grandes pensadores y de ideas que transformaron la historia de la humanidad, la revolución francesa y sus consecuencias, dan un giro vital, ya lo vimos con la educación, el tratamiento hacia las mujeres, que aunque no se lograron superar del todo el comportamiento hacia ellas, si fue importante en ése momento; vamos ahora, de esa claridad y ese afán de justicia y exaltación de la lógica, a un movimiento que trae una nueva visión del mundo:
“Bertrand Russell dejó escrito que el momento más alto del romanticismo europeo no había sido un poema, ni un lienzo, ni una sinfonía, sino la muerte de Byron en Missolonghi, luchando por la libertad de Grecia. Quería expresar con ello que el romanticismo no fue una mera escuela pictórica, un movimiento poético o musical, sino una actitud vital, el espíritu de las generaciones humanas a fines del siglo XVIII y a comienzos del XIX, una manera de asumir el mundo y nuestra presencia en él”. Escribe William Ospina.
Igualmente Emilia Pardo Bazán da su concepto de romanticismo a través de esta glosa de su libro “La cuestión palpitante”:
“No se limitaba el Romanticismo a la literatura: transcendía a las costumbres. Era una de las señas particulares haber puesto en moda ciertos detalles, ciertas fisonomías, las damiselas pálidas y con tirabuzones, los héroes desesperados y en último grado de tisis, la orgía y el cementerio. Varió totalmente el concepto que se tenía del literato: desde el advenimiento del Romanticismo se convirtió en un calavera misántropo, al cual las musas atormentaban en vez de consolarle, y que no andaba, ni comía, ni se conducía en nada como el resto del género humano, encontrándose siempre cercado de aventuras, pasiones y disgustos profundísimos y misteriosos. Y que no todo era ficticio en el tipo romántico, lo prueba la azarosa vida de Byron, el precoz hastío de Alfred de Musset, la demencia y el suicidio de Gerard de Nerval, las singulares vicisitudes de George Sand, las volcánicas pasiones y trágico fin de Larra, los desahogos y vehemencia de Espronceda”. Para cerrar esta introducción del romanticismo dejo una pequeña muestra de la película de Gonzalo Suárez “Remando al viento” en ella se verán las vidas de tres de los más destacados escritores románticos europeos: Percy B. Shelley, Mary Shelley y el controvertido y excéntrico Lord Byron, invito para que vean no solo el fragmento, sino, la película en su totalidad.

Espero que disfrutemos de este momento tan especial de la historia de la literatura.

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